martes, 2 de enero de 2018

Día 28. Fairy Witch

Dicen que las hadas no pueden enamorarse…

Eso está mal dicho, claro que pueden enamorarse… pero no deben.

El amor de un hada jamás será puro. El brillo de sus alas atraerá a los hombres, o quizás su sonrisa hechice a más de uno. Sus manos harán que cualquiera caiga con sus caricias y el olor de su cabello hará que cualquiera mate en su nombre. Si una sola se fija en un hombre, es seguro que éste quede condenado.

El amor le dolerá hasta quitarle todo rastro de vida.

Aunque se disfracen de personas, aunque oculten la melodiosa voz detrás de ropas de humanos y la cadencia con amplios vestidos. Las hadas siempre son vistas como brujas, por que las mujeres no son tan fáciles de engañar. Ellas saben que hay algo detrás de esas mujeres irresistibles.

Algunas hadas sólo quieren jugar y está bien, es parte de su trabajo. Si van con los humanos y juegan con sus sentimientos, los harán sufrir y al final, luego de quitarles muchas horas de sueño y provocarles el llanto, los dejarán y seguirán con lo suyo. Si el humano es listo, se recuperará y su amor, quedará como una simple mala experiencia.

Pero si el hada cae en las redes del amor, si ella es la que sufre por el desamor, las reglas cambian, las hadas no olvidan, y algunas son muy vengativas. Pero hay otras, que prefieren morir, antes de causar más daño y antes de que duela más…

¿Ves es estrella fugaz?

Quizás sea un hada que ha decidido dejar este mundo, volverse a las estrellas y perderse entre el dolor. Cierran sus alas y se dejan caer, a las garras de la muerte, para enamorarla ahora a ella, para nunca más ser vistas…


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Día 2. Tranquilo

El asilo es muy ruidoso... Las enfermeras pasan, sus pisadas suenan huecas y hacen eco cuando deambulan por los pasillos, creí que usaba...