Algunos
vecinos son realmente molestos…
Hace un
año, tuvimos uno que escuchaba música horrenda a altas horas de la noche, a
todo volumen y a veces cantando… El último día que estuvo aquí, mientras
cantaba, lanzó un grito espeluznante que despertó a todo el vecindario y no lo
volvimos a ver.
Un mes
después llegó una familia que se veía bastante decente, el problema era el hijo
del matrimonio, era un chiquillo que no controlaban ni disciplinaban. Más de
una vez terminé en su puerta, molesta, porque el angelito había lanzado piedras
a mis gatos. Por suerte… uno de ellos lo arañó tan feo que tuvieron que
mudarse. Él se lo buscó.
Pasado
un tiempo, nadie se fue a vivir en sí… hicieron un albergue de alcohólicos
anónimos. Así que todos los días, a las 10pm se escuchaban los gritos de los
testimonios de los ex alcohólicos. Por las noches algunas mujeres se quedaban.
Una vez una se levantó con un ataque de ansiedad y se pudo a clavar en las
paredes… Una buena tarde llamaron a un exterminador de plagas, pero el tipo
huyó como si hubiera visto al diablo. Se fueron… alegaron que el lugar estaba
lleno de bichos. No pagaron el último mes de alquiler.
Hace muy
poco, se mudó una anciana muy amable… resulta que también tiene gatos, solo que
los suyos son blancos. Un día muy soleado, tuve que usar mi sombrero para
cubrirme de la luz. Así que no vi cuando la anciana se puso junto a mí,
mientras cerraba la reja. Verla ahí me causó mucha sorpresa.
— Hola
linda — Me dijo con una sonrisa. — si tu no me haces enojar, yo no te haré
enojar…
Me quedé
perpleja con esto, ya que nunca fui una vecina molesta, pero…
— Pero
yo…
— Está
bien — Me interrumpió — Vamos a ver por cuánto podremos vivir en paz, estando
en el mismo vecindario… Buen día.
Y con
ello se alejó con su paso torpe y lento.
Y pensar
que yo que me libré de toda la gentuza del barrio, ahora una bruja blanca
planea deshacerse de mi…
¡Desgraciada!
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