Bruja me
dicen por las calles…
Bruja,
bruja… por donde vaya…
La gente
no comprende muchas cosas del mundo y del universo, así que en lugar de no
opinar o reservarse los comentarios, sueltan veneno y odio de sus bocas. Ellos
son los verdaderos seres malignos, no yo, que uso mis conocimientos para aprender
más cosas y ayudar.
Sé
cuándo el mar bajará, y cuándo subirá. Sé cuándo una tormenta se acerca y
cuándo se alejará. También sé cuándo las estaciones harán sus cambios y sé que
cuando viajo por el bosque de noche, no puedo perderme.
Conozco
de hierbas, de ungüentos y de remedios, pero eso me lo enseñaron los libros. Sé
del movimiento de los astros y conozco el transcurrir de las horas, pero eso no
me da magia.
No soy
una bruja. Soy una mujer de ciencia.
Pero no
puedo mostrárselo a nadie, ningún hombre me permitiría estudiar en su
laboratorio, usar sus aparatos y aprender más. Las mujeres no debemos leer, no
debemos conocer… eso nos hace brujas.
Me
inventé un esposo… un hombre que se la vive en el mar, es capitán de una
embarcación. Así que a veces me pide que le envíe cosas de ciencia que me anota
en un papel, a veces hasta lo leo mal, pero de ese modo, los demás hombres me
los venden. Así hice mi pequeño laboratorio en casa.
Pero
necesitaba una fuente de ingresos.
Así que
ahí sí, me convertí en una bruja.
Me hice de
otra casa: una choza en la parte alejada del pueblo. Ahí la bruja te atiende
por las mañanas, sale con su máscara y con una voz rasposa atiende a los
pueblerinos. Es muy efectiva, ha curado a muchos y ha prevenido desastres
naturales, tal vez bajo esa máscara sea una mujer fea y vieja, por eso se
oculta. Nadie sabe qué hará por las noches, quizás se va al bosque a matar
animales para hacer sus ritos… o quizás, se va a la orilla del mar, para
contemplar y aprender de las estrellas.
No soy
una bruja, soy una mujer de ciencia…Ahhhh…entonces tal vez si soy una bruja…
hasta que este mundo cambie…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario