miércoles, 10 de octubre de 2018

Día 1. Venenoso

No me gusta estar solo...
Llevo mucho tiempo cargando esta depresión.
Paseo una y otra vez por la tienda del gordo Barry, miro sus hachas y otros filos.
Tengo arsénico y cianuro por si acaso... Al final, no puedo darle fin a esta vida. 
Siempre termino mirando por mi ventana con nostalgia.
Recuerdo aquellos días en que podía sonreír, cuando hacer diabluras era mi pan de cada día, y más tarde cuando podía conquistar a cualquier doncella, llevarlas a sus casas y robarles todas sus pertenencias.
Pero esos días se han ido, ahora me siento triste todo el tiempo.
El otro día vi a la vieja Margot, le dije que me sentía devastado y me regaló una hogaza.
El otro día volvía con el viejo Barry y por fin me preguntó qué me ocurría, que porqué tenía esta cara tan larga, le dije; así que me regaló un saco con especias.
El otro día vi a Tom, su vida ha dado un giro, parece que encontró un trabajo estable y ahora viste muy bien, me vio cabizbajo y le conté qué me ocurría, me regaló unas monedas.
El otro día me encontré con el sucio Rick, es un bobo que siempre me hizo reír, dijo que me vio con un semblante tan triste que no me reconoció y trató de asaltarme, también le conté; al final me obsequió un par de cosas que había hurtado esa misma mañana.
Tal vez...
Podría ser que si tengo amigos después de todo.
Es posible que aún quedan personas amables en este mundo, personas que se preocupan por mí.

Es por eso que los he invitado a tomar un trago a mi lado. Limpié mi casa, coloqué un nuevo mantel, sequé los vasos y abrí mi mejor botella.

Brindemos compañeros
celebremos la amistad,
que nuestra juerga perdure
incluso en el más allá

¡Salud!

Les dije anteriormente...
que no me gusta estar solo...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Día 2. Tranquilo

El asilo es muy ruidoso... Las enfermeras pasan, sus pisadas suenan huecas y hacen eco cuando deambulan por los pasillos, creí que usaba...